Habitantes del Caos

Conquistando Demonios, por Phil Hine


El texto a continuación proviene del capítulo noveno de Condensed Chaos de Phil Hine. Ofrece perspectivas no habituales sobre demonios y su forma de afectar a la personalidad, ejercicios para lidiar con ellos y una teoría del contactismo con entidades con una crítica muy dura a la New Age. Si encuentras lo ofrecido interesante, compra el libro traducido cuando aparezca. La traducción que apareció en Zona de Caos ha sido revisada y corregida desde el texto original por Frater Organ.

arte de zelko djurovric 

Demonios Personales 

Estos son estructuras latentes dentro de la psique, complejos sin resolver y ‘'voces’' reprimidas lanzadas por el ego como medida de defensa. Actúan aparentemente de forma independiente a nuestra voluntad consciente, por lo que los experimentamos como algo más allá de nuestro control. Estas estructuras son hábitos emocionales o patrones de comportamiento que vivimos como problemáticos o como algo que no ha sido integrado de forma correcta, seguramente porque ha evitado ser detectado, analizado, o se ha dejado pasar por una falta de atención sobre la existencia de este patrón o hábito. En las prácticas tántricas estos ‘'demonios’' son conocidos como Kleshas y el proceso de trabajar con ellos se define como aplastar kleshas.

En un amplio sentido entonces, los demonios son bloqueos del comportamiento, respuestas cognitivas y emocionales a situaciones de la vida. Para dar un ejemplo, los celos: en este contexto, los celos son menos un tipo de monstruo tentaculado venido de otra dimensión que la respuesta a una situación, algo como que al salir de un taller tener una discusión con tu pareja porque te parece que ha estado respondiendo al flirteo del monitor. Los demonios personales son convocados en situaciones estresantes. Si los celos son un para ti un problema, entonces cuando se te presenta la evidencia que confirma y alimenta tus miedos sobre ello, el demonio de los celos aparece en forma de una ráfaga de acusaciones y tormentas emocionales.

De forma diferente a los demonios tradicionales de los grimorios, los demonios personales generalmente no tienen una forma, sigil, o nombre, pero pueden ejercer un tremendo poder sobre nosotros. Y, como los demonios tradiciones, pueden ser identificados, atados, y a través de procedimientos mágicos, transformados en algo que funcione para nosotros antes que contra nosotros. Aquí es donde entra el término ''conquistar''.

Puede ser útil identificar estas estructuras intrapsíquicas como ‘’demonios’’ con el propósito de trabajar con ellas e integrarlas. Si encuentras que estas usando la idea de tener un ‘'demonio’' como excusa por un comportamiento del que estas poco dispuesto a hacerte responsable, entonces vas por el mal camino. Diciendo “Ay querida, me salió el demonio de los celos, por eso que tengo un humor de perros cuando hablas de esto y lo otro” no vas de la mejor manera de tratar con los demonios personales, estás admitiendo que el demonio tiene más control sobre ti que tú mismo.

En vez de esto, es aislando la madeja de las conversaciones internas, actitudes, miedos, pensamientos y fantasías; dándole a este enredo un nombre, forma y sigil, como se vuelve progresivamente más fácil observar la circunstancias en las cuales ese demonio aparece. Esto involucra ser consciente de la relación entre los propios sentimientos, las respuestas de otras personas y como percibes que esas respuestas contribuyen a alimentar al demonio. Que esos demonios aparezcan en situaciones cotidianas, en vez de en un ritual mágico con condiciones muy concretas y poco habituales, suele hacerlos más difíciles de manejar.

Aleister Crowley dijo una vez que era sencillo convocar demonios, así que ponte cómodo y trae dentro de tu mente una situación que invoque a un demonio que encuentres difícil de dominar. No necesita ser nada especialmente grave o dramático, vale cualquier situación que te provoque una respuesta que querrías que fuera de otra forma.

Notarás que situaciones estresantes provocan que estos demonios se alcen, encontrando La respuesta instintiva de lucha o huida al igual que hace presencia la depresión, el miedo, el enojo, etc. Todos son patrones emocionales/cognitivos que emergen de una condición de estimulación física, una gnosis del cuerpo, si se prefiere. Hay un ciclo de retroalimentación entre las sensaciones físicas y el contexto en el cual sale la respuesta emocional/mental. Esto da la primera pista para la transformación de los demonios desde una abrumadora e incontrolable experiencia a algo que puedas entender y atar a tu voluntad. Este tipo de demonios a menudo están relacionados con nudos de tensión en el cuerpo, nudos los cuales se aprietan más con cada aparición del demonio. Así que la primera etapa es crear un cortocircuito del ciclo de retroalimentación entre ansiedad física y las respuestas emocionales/mentales.

 

Ingeniería Emocional

Visualízate a ti mismo en una situación donde uno de tus demonios personales es evocado. Reproduce dentro de tus posibilidades el peor escenario posible mientras te mantienes pendiente de como tu cuerpo se siente en cuanto a recuerdos, fantasías, el “Qué pasaría si…” y el “Qué pasa cuando…” que te lleven a una excitación fisiológica. Interpretas esa incitación como algo (enojo, ansiedad, depresión, celos, posesividad) que se vuelve la base de tu percepción y conciencia. Para empezar, la ingeniería emocional no identifica los sentimientos fisiológicos como una cosa u otra, sólo los experimenta como una sensación extraña que no se puede definir. Por ejemplo, esas constantes sensaciones que has llegado a identificar con que necesitas fumar un cigarrillo es una sensación de este tipo, no estando seguro de cuál es su fuente. Este proceso es simple:

  1. Cuando te encuentres atrapado por una poderosa emoción, no intentes suprimirla, pero permítete experimentarla completamente
  2. Permanece atento a las sensaciones físicas a medida que la emoción se intensifica. 
  3. Reten los diálogos internos que generen fantasías o tendencias a traer memorias del pasado que sirvan para intensificar o perpetuar el estado. 
  4. Ten en cuenta sólo las sensaciones del cuerpo, y retén todos los intentos cognitivos de identificar esa sensación como una emoción u otra.

Esto lleva a un estado de libre emoción, en el cual podría, por ejemplo, ser redefinido como placer o éxtasis. Esta técnica es usaba habitualmente en Magia del Ego, pero es especialmente útil para denegar poder a los demonios personales.

Pistas adicionales para trabajar con los demonios personales vienen del entendimiento de diferentes capas por las cuales están conformados. Los demonios no son meramente identificaciones fisiológicas, sino que también de comportamiento y cognitivas. Esto también puede ser visto cuando miramos a una adicción como la del tabaco. Todas las excusas para fumar un cigarrillo por la especial razón de…[una buena comida, un pequeño éxito, un disgusto, un descanso…] están inspiradas por ese demonio, así como existen comportamientos que mantienen la adicción y racionalizan el por qué necesitamos mantener el hábito. No solamente son demonios limitados a su contexto, también confabulan entre ellos para asegurar la supervivencia del otro. Una persona que está teniendo dificultades resistiéndose a la bebida podría ofrecer una copa a alguien que ha tenido ese tipo de problemas en el pasado. Esto no es solamente apoyarse mutuamente; genera un tácito entendimiento compartido entre ambos, y excluye a los no alcohólicos de la ecuación con un “no nos entienden”.

De forma parecida,  un demonio de los celos en una persona puede confabular con uno de “miedo a la limitación de estar en pareja”, generando un tira y afloja donde ambos se vuelven más fuertes, sin dejar de defender cada uno su propio territorio en el ego, pero ambos predispuestos a sobrevivir y crecer.

 

Ganesha, Ligador de Demonios

Ganesha es una de las deidades más populares en el subcontinente de la India. Las oraciones preceden cualquier otro acto de culto y ceremonia. Él es invocado para destruir obstáculos del camino y atraer buena suerte, concede prosperidad a aquel que trabaja en el comercio, y libertad a aquellos que buscan la liberación. Ganesha: de color bermellón, con cabeza de elefante; cuerpo de hombre. En sus cuatro manos sostiene un colmillo, un lazo, un aguijón y hace el gesto de dar bendiciones. Sostiene en su trompa una granada y sobre su frente la luna creciente. Una serpiente esta entrelazada sobre su vientre. Tiene la fuerza de un elefante, la inteligencia del hombre, la sutileza y astucia de un ratón, el cual es su vehículo.

El Upa Parana detalla ocho encarnaciones de Ganesha que peleó y superó a los demonios obsesivos: Kaamaasura (lujuria), Krodhaasura (enojo injusto), Lobhaasura (codicia), Mohaasura (infatuación), Maatsara (celos), Mamaasura (apego) y Abhimaansura (orgullo egoísta). Ganesha frecuentemente es representado bailando, ya que es alegre y está lleno de júbilo y deleite.  Aunque domina a los demonios, carece de gravedad y orgullo. Hijo de Shiva y Parvati, él es uno amados por todos los dioses, siendo una figura traviesa respetada por todos. Coloca a Ganesha en tu estómago y medita sobre su baile extático, ya que él es la libertad personalizada. Concede riqueza pero está libre de apego a ella. Es sabio pero sin embargo no pesado. Tiene muchos talentos pero no está encadenado por ellos. En la mayor parte de India es considerado célibe aunque algunos iconos tántricos del dios lo muestran sentado con una Shakti (poder). En el aspecto de Lakshmi Ganapati (el dador de triunfo) es flanqueado por la diosa Sihhdi (logro) y Buddhi (sabiduría). En uno de sus más populares formas contemporáneas sostiene un lazo, un aguijón, un recipiente de dulces y hace un gesto de protección.

Hay una rica variedad de simbolismo conteniendo la figura de Ganesha. Su gran cuerpo de vientre abultado representa el Universo, la naturaleza y la humanidad. Los dioses mismos residen en su barriga. Su cabeza animal representa las cualidades del elefante, por tanto es afectuoso, sabio, gentil y leal; aunque cuando esta exaltado puede ser extremadamente duro y destructivo. Sus largas orejas  pueden diferenciar la verdad de la ficción y recordar el axioma védico que aprender solo puede tomar lugar al escuchar a los pies del Gurú. Una interpretación tántrica de esta idea es la de que la liberación solo puede lograrse prestando atención a lo que está a tu alrededor, acallando el parloteo del dialogo interno y experimentando el mundo como es en vez de como piensas que es. La trompa de Ganesha es símbolo de la calidad de discriminación, la primera gran lección para cualquiera que aspirara a mago. El elefante puede usar su trompa para muy delicados actos o tareas pesadas como mover un tronco. La trompa simboliza la capacidad de discriminación y al aparecer curva también simboliza la raíz del mantra OM, el sonido del cual el universo fu creado. El colmillo quebrado tiene muchas asociaciones. Muestra, por un lado, que Ganesha no está atado por los deseos de equilibrio y simetría (los cuales son centro de obsesión en la filosofía hindú). En el acto de romper un colmillo para utilizarlo como arma o pluma, Ganesha demuestra el sacrificio de las deidades a la humanidad.

Una de los más comunes vehículos (monturas) asociadas con Ganesha es el ratón. Esta es una extraña relación en la que, a diferencia de otros vehículos como el pájaro Garuda quel Shiva monta, el ratón no es nunca venerado con derecho propio. Esto puede venir del aspecto de Ganesha como deidad de la cosecha, cuando era propio de sus funciones el destruir roedores que amenazaban los cultivos. El ratón es frecuentemente asociado con los pequeños deseos y deudas, los kleshas que continuamente nos atormentan. El ratón también puede representar astucia y la habilidad de adquirir los deseos en caminos no obvios.

 

Trabajo Demoníaco con Ganesha

Colócate en una posición cómoda, realiza cualquier ejercicio de relajación preferido, y presta atención a las sensaciones de tu cuerpo. Cierra sus ojos y concentra tu mente hacia dentro desplazándose hacia tu vientre, siente que esa parte de tu cuerpo es un vacío lleno con una neblina roja. Mientras respira hacia dentro y fuera imagina la figura con cabeza de elefante de Ganesha tomando forma en su vientre. Repite internamente el mantra “Om Ganapati Namah”.

Una vez que Ganesha haya tomado forma dentro de tu vientre imagina que tú mismo te empiezas a convertir en una imagen de Ganesha, tu nariz se alarga hasta transformarse en una trompa, tus orejas se vuelven las de un elefante, siente como la circunferencia de tu cuerpo va cambiando. Cuando esta metamorfosis hayas completado pon atención hacia tu interior una vez más y entonces visualiza una situación que evoque a uno de tus demonios. Observa como ocurre la situación dentro de tu vientre, permanece atento a las sensaciones de tu cuerpo pero calma todo pensamiento e identificación que emerja. Deja que tu respiración se vuelva más lenta y profunda, ten en cuenta como tu cuerpo siente la sensación pura sin ninguna identificación de la misma. 

Lentamente, percibe la sensación física de ser uno con el placer, una sensación creciente de júbilo en la cual te puedes relajar. Siente esa sensación como fuente de poder y permite que ese poder vaya creciendo dentro de ti hasta que, finalmente, tengas que darle voz. Repite el sonido que emerge de ti, puede formar una palabra o mantra. Si lo hace manténla en su mente. A este punto empieza el tan famoso “baile del elefante” el cual es llamado de tal manera por el hábito de los elefantes de mover su cabeza de lado a lado, dejando los músculos del cuello relajados y mueve tu torso de derecha a izquierda. Este movimiento previene tensión residual que pueda estar dentro del cuerpo seguido de la catarsis del ejercicio anterior.

Este ejercicio es útil para trabajar con demonios en dos maneras, primero, uno puede usarlo para liberarse del agarre de una respuesta demoniaca que continua de manera prolongada tras el evento disparador ha pasado. Segundo, proyectando mentalmente la situación donde un demonio se alza, estás aprendiendo a identificar las características, pensamientos, sentimientos y comportamiento apropiados para ese demonio y así volverse consciente sobre cuando estás permitiendo que te arrastre consigo. Una vez conozcas los puntos del ciclo de retroalimentación es mucho más sencillo romperlo.

Es útil para este tipo de trabajos una condición relajada y juguetona antes que una grave con determinación. Ganesha es una deidad juguetona, por lo que parece ser más efectivo acercarse a ella desde esta actitud.

 

La Palabra de Detenerse-Observar-Relajarse

Visualiza una situación que provoque al demonio de nuevo, pero esta vez deja que tus pensamientos, sentimientos e imágenes giren a tu alrededor dentro de su mente. Proyecta la fantasía apropiada que dé al demonio poder, déjate llevar. Mientras el sentimiento se agita por tu cuerpo y mente, observa una imagen tomando forma frente a ti, la gran imagen de Ganesha alzándose por encima de ti. Sus ojos pestañean con humor, levanta su trompa y aplasta el aire con un ensordecedor sonido a trompeta que aleja las imágenes y pensamientos que llenan tu mente, el sonido de la trompeta vibra a través de tu cuerpo hasta que se vuelve un sonido inaudible, un sonido que puedes producir y sale a través de ti, subiendo por tu garganta y saliendo por su boca. Repite el sonido hasta que se vuelva claro para ti.

Este sonido puede ser usado como una palabra para DETENER-OBSERVAR-RELAJAR. La idea es que cada vez que sientas al demonio emerger, lances este sonido hacia él para detenerlo en su camino y detener su alimentación de poder a través de fantasías y otras reacciones. Si puedes parar de alimentar a un demonio y relajarte en su presencia viendo la situación de forma calmada y diáfana, entonces estás en disposición análoga a Ganesha y el ratón. A este punto puedes considerar entrar en dialogo con el demonio, los cuales tienen una naturaleza similar a la de una muñeca rusa, un demonio que al principio parece temible puede ser troceado en capas al trabajar en él, entendiendo qué parte actúa en mantenerte como “eres” (en vez de como podrías ser). Puede ser posible bregar con ellos de otra forma a la que estás acostumbrado.

 

Respuestas Mágicas

1. Alimentar hasta agotarlo

A veces puede ser útil alimentar a los demonios personales hasta agotarlos. Los demonios suelen conservar su poder por medio de limitarnos en cuanto a llegar a las consecuencias finales de los miedos que estimulan dentro de nosotros. Recuerdo una posesión de mi demonio de los celos, en la que en vez de suprimir esos celos o interiorizarlos como miedo, deje que explotaran en furia a través de mí de cualquier forma posible, generando dementes planes de venganza de proporciones absurdas. Pasado un tiempo estaba exhausto y me di cuenta en ese instante que el disparador iniciar de toda esa posesión ya no era importante, de hecho, era algo risible.

2. Ofrecer la muerte

Los demonios personales ocasionalmente pueden sorprenderse pasando a un estado de inmovilidad si les ofreces tu muerte, “¡Sí está con alguien más me voy a matar!”  Y entonces vas en busca de la navaja o la katana, te colocas de repente en una situación donde la amenaza de la muerte real pone en contexto a todo lo demás. Recuerda, los demonios no quieren que mueras, y si les ofreces tu muerte (y en serio) suelen ‘'congelarse'’, permitiéndote examinarlos más de cerca.

3. Pactos demoniacos

En el folklore común del ocultismo, existen estrictas advertencias sobre el ‘'peligro’' de los pactos con demonios, como todo lo que es relativamente ‘'demoniaco’' pertenece al Bajo (base) Yo, antes que el Alto (espiritual) Yo, y por ende debería ser desterrado. Esto es parecido a la gente de la época victoriana insistiendo en que las mujeres deben cubrir sus talones o de lo contrario inflamarán la pasión de los hombres. Si uno reprime un demonio, se vuelve más poderoso y fuera de nuestro control. Hacer un pacto con él, sin embargo, implica cierto entendimiento tácito entre uno y la entidad. Los demonios son poderosas fuentes de '‘energía’', útiles siendo desterrados (suprimidos) o dándoles a rienda suelta para empujarnos por una vía determinada y lo que suponga esto.

Para tratar un pacto con un demonio, primero es necesario exponerlo. Identificas sus componentes, sensaciones, pensamientos, comportamientos; para relacionarlos con la tensión muscular, e incluso tratarlo como una figura, una personalidad, dándole un nombre mágico y sigil. Aliviándonos conscientemente en una situación donde el demonio nos ha superado, aprendemos a entender los puntos de nuestra relación con el demonio y cuanto de esa relación es recíproca. Descubrir esto raramente es placentero, ya que supone asumir la responsabilidad de estos comportamientos en vez de cedérsela al demonio.

La forma más sencilla de pacto es reconocer la presencia del demonio y transformar su acción en algo que mejore la libre expresión de tu poder en vez de entorpecerlo. Un ejemplo de este proceso es la transformación de tu enojo en creatividad. Si alguien realmente me molesta, me siento tentado de devolver el golpe en forma de maldición. Para quedar satisfecho esta maldición tiene que ser especialmente horrible y tortuosa. Ninguna vieja maldición de clavar cosas afiladas me sería suficiente. Así que empiezo a pensar en algo realmente ingenioso y único. Lo que sucede es que ese deseo de retribución individual es suplantado por el deseo de algo interesante y nuevo. Cuando doy con algo que, para mí, es una perspectiva nueva en magia, lo que dispara la necesidad de maldecir se me olvida, concentrando mi atención en la nueva idea de cómo integrarlo junto a mis formas de trabajo mágico, como ponerlo a prueba y desarrollar aplicaciones más allá de maldecir. Es equivocado, aunque tentador, clasificar respuestas emocionales ''negativas'' como demonios. Tu enfado en una situación puede ser perfectamente legítimo, es la manera en la que lo expresas lo que importa. Por ejemplo, puedes considerar tu tendencia a reprimir la ira, acumulándola hasta tener un exabrupto incontrolado, y trabajar sobre él en consecuencia. Redirigir y canalizar el poder de un demonio es satisfactorio, ya que ambos están trabajando juntos. En una oficina donde trabajaba, una de las secretarias parecía ser que se le daba bien sacarme de quicio, haciendo lo que yo encontraba como comentarios estúpidos en los momentos menos apropiados. Esto tendía a llevarme a una situación donde suprimía mi molestia hasta que le gritaba, haciendo que se pusiera defensiva gritándome como respuesta. Una situación que rápidamente sube de tensión fuera de un nivel saludable. Una mañana sin embargo, tan pronto ella empezó su diatriba de observaciones durante un complejo e intrincado trabajo, respiré profundamente y dije “Mary, si no te callas voy estrellar tu cabeza contra el monitor de tu computadora” con una voz calmada, tranquila y moderada. “Eso no ha sido muy agradable” contestó, a lo que dije “No era mi intención. Es un trabajo difícil el que estoy haciendo y tú me estas molestando”. El resultado fue que ella se calló, y yo fui capaz de reconocer mi fuerte enojo, transmitir mis sentimientos claramente, sin necesidad de ponerme tenso o acarrear ese enojo conmigo por las próximas horas haciendo mi trabajo más difícil. 
 
4. Desterrando con tolerancia cero

Mientras que es necesario identificar, conocer e integrar tus demonios personales, puede plantearse hasta que punto puedes llevar este proceso a otras personas. Es posible que ocurra, por ejemplo, que un amigo o amante este cosechando claramente demonios disfuncionales, demonios del Ego como celos o patrones de Posesividad, o demonios más psicológicos. Si alguien con quien estás teniendo una relación está sujeto claramente a la voluntad de un demonio, tales como los demonios del alcohol o heroína, entonces a pesar de tus intentos de cambiarle dicho demonio tiene más influencia sobre esa persona de la que tú jamás tendrás. Toda adicción de este tipo sobrevive demostrando inequívocamente a sus anfitriones que su panacea adictiva es más de fiar que cualquier otra cosa. Cuando hay apego emocional hacia otra persona es difícil tener la objetividad y crueldad de actuar como un terapeuta o exorcista efectivo. De ahí el consejo de desterrar sin miramientos. Sácalos fuera y que se queden ahí. Poderosos demonios como estos harán lo que sea posible para hundirte en los patrones de comportamientos de sus anfritriones. Puede ser útil aquí separar adicción y demonio como dos entidades. Destierra el demonio para hacerle consciente de que sabes que está ocurriendo.

 
El genio personal 

El concepto de genio personal, fuente creativa de poder e inspiración, se le ha dado diferentes máscaras y etiquetas [a través de la historia]. Los curanderos suelen decir que el poder fluye a través de ellos desde Dios o un arcángel particular. Algunos magos llaman a esta experiencia ‘'Conocimiento y conversación con el Santo Ángel Guardián'’ mientras que algunos psicoterapeutas e influenciados por la New Age era hablan acerca de contactar con el Yo Superior. La más útil referencia a la experiencia que he encontrado está en la novela de Aleister Crowley, Moonchild.

Esta es una analogía al ejercicio tántrico llamado “Alimentando el fuego.” Uno imagina que su cuerpo es hueco y que dentro hay una trémula llama alimentada por todas sus experiencias. Cada respiración aviva el fuego, y cada momento de lucidez, toda emoción, pensamiento, victoria, derrota, identificación o repugnancia... todo. Cada experiencia se vuelve combustible para esta llama interior de la cual emana el poder para iluminar. El objetivo de este ejercicio es obtener un grado de no apego a los propios trabajos o acciones. En la metodología tántrica esta llama es conocida también como Kundalini-Shakti, el poder organizador y creativo presente en seres humanos y estrellas. Tal poder no está bajo el control del ego, y toda tendencia a identificarlo como una pertenencia exclusiva a uno debilitará su expresión a través de ti. Una útil actitud a cultivar en lo que esto respecta es eliminar toda tendencia de crear identificaciones y bloqueos dentro de ti mismo, haciendo de ti mismo un conducto hueco a través el cual el poder pueda fluir libremente.

 

Entidades Canalizadas

Este término cubre a todos los tipos de entidades a las que se les atribuye sabiduría y enseñanza; guías espirituales, maestros iluminados, seres del espacio, yoes superiores y ángeles guardianes. Hacer contacto con estas entidades puede ser útil, hasta cierto punto. El viejo dicho “No importa tanto lo que dices, sino cómo lo dices” es muy cierto en el fenómeno de canalización. El mensaje de estas adorables entidades cósmicas es mayormente de amor y armonía. Ámate a ti mismo, se tú mismo. Todos somos inmortales y todos podemos ser curados usando el poder de los clichés de la New Age (rayos, chakras, auras, colores y jerga pseudocientífica). Un revoltijo de imponentes términos y frases sin sentido. Vulgares tonterías alimentan una audiencia no crítica e ilusa a creer en un universo propio de dibujos animados donde nadie muere realmente, nadie sale lastimado, nadie piensa por sí mismo y supongo el napalm no se pega a los niños. Rapear con Ramtha curará tus problemas mentales y todo será de jengibre-melocotón.

Una cosa graciosa de estos seres superiores es que su mensaje es el mismo sea donde sea que aparezcan pero cada nueva ola de popularidad les da una nueva dirección de correo. Los espiritualistas tenían sus guías pieles rojas, los teosofístas sintonizaban vibraciones emanadas por “maestros” tibetanos. Aleister Crowley afirmaba haber estado en contacto con extraterrestres y en los años cincuenta los dioses estaban usando platillos volantes para contactar. ¡Jesús está vivo viviendo cómodamente en Venus! Ahora la moda es el delfín. Es interesante que de continuo las fuentes de sabiduría parecen ser especies amenazadas. Delfines, pieles rojas y aborígenes han sufrido en manos de nuestros bien alimentados amigos blancos. Hemos sacado la riqueza de Asia y luego nos hemos multiplicado en masa allí en busca de la iluminación espiritual. Quizás detrás de toda esta New Age está el sentimiento de culpa de esos blancos sobrealimentados tratando de no sentirse impotentes mientras el mundo cambia a su alrededor. Eso es lo que encuentro tan interesante de los canalizadores de entidades. No nos piden hacer algo tan poco atractivo como mirar lo que sucede entre bambalinas. No, envuelven la realidad con lacitos de colores para que la vida se convierta en un bucle continuo del mundo de ensueño de Walt Disney.

Lo que parece estar implícito aquí es que esos mensajes de “seres superiores” (cualquiera sea la supuesta fuente) son benignos y amables por sistema. Un gran giro desde los años 50, cuando los alienígenas de Hollywood descendían de los cielos para destruir, violar a nuestras hijas y dominar el mundo con muy malas intenciones. Quizás han cambiado de opinión. Después de todo, deberían saber ya que si irrumpen con sus rayos de la muerte les lanzaremos misiles nucleares hasta convertirlos en polvo radiactivo. Así que han adoptado la sutileza con eso de que van a amarnos hasta la muerte, hasta que estemos ahogados bajo una manta de seguridad y bendiciones. También han encontrado un mensaje que es atractivo, uno que dice, está BIEN tener dinero y comprarse un porsche, esa espiritualidad es acerca de amarse a uno mismo. Las entidades canalizadas le hablaran a uno de las maravillosas encarnaciones pasadas en Lemuria o la Atlántida, a que te dedicabas, quienes eran tus amigos entonces y cosas por el estilo.

La cualidad que parece escasear en los canalizadores es la de discriminación, muy necesaria cuando uno hace un acercamiento entre humanos y entidades superiores, ya sean delfines, deidades, extraterrestres o caniches inteligentes de Sirio B. Por lo que he conocido, los magos que emplean técnicas mágicas posteriores al sistema de la Golden Dawn tienden a acercarse a los fenómenos de este tipo con una gran dosis de escepticismo  (otra cualidad que parece que escasea en la filosofía New Age). Los magos de la tradición de thelema suelen comprobar la validez del contacto pronunciando aquellas fatídicas palabras “Haz lo que quieras es la única ley”, a lo cual la entidad da la respuesta indicada o desaparece chillando dentro de la discontinuidad astral más próxima. Una comprobación similar supone proyectar mentalmente el sello de la A.:A.: en la entidad. El examen de entidades cruzando simbología y gematría también es habitual. Estos métodos, dentro de técnicas rituales (o de otro tipo) ayudan a asegurarse que los seres invocados son quienes dicen ser. Como muchos otros magos que van por ahí invocando toda clase de cosas horribles (lo siento, amigos del buen rollo de la Nueva Era), he recibido una gran variedad de comunicaciones de varias entidades a través de los años. Estas son sólo relevantes para mí y no las voy a ofrecer como una gran visión cósmica. Lo que yo pido es que tengan sentido, aunque solo sea en cuanto a lo que haya estado haciendo recientemente. Cualquiera puede hablar sobre amor cósmico, armonía, belleza y karma, pero es mucho más instructivo cuando el mensaje es informativo, en términos de cómo atender un problema, una cuestión particular o contiene un mensaje simbólico coherente.

Parece haber una degeneración progresiva de la calidad de dichas comunicaciones. Al haber leído a una amplia variedad de estas cosas me parece encontrar un patrón. El inicio de un contacto con una entidad puede producir ciertas transmisiones asombrosas, en términos de sintetizar información mediante nuevas formas. Entonces, así como va ligándose el receptor a la comunicación, esta degenera en términos de calidad hasta el punto en que escucha un refrito cósmico que piensa que suena bien. Parece que cuanto más se identifica (en términos de envolvimiento de ego) con una entidad, menos original se vuelve la comunicación. No tarda mucho el receptor de esos mensajes en considerarse el sacerdote/sacerdotisa de los “misterios” revelados exclusivamente a ellos, y la fundación de un pequeño culto que va a salvar al mundo aparece poco después.

¿Qué es lo que sucede cuando contactamos con estas entidades? Una pregunta difícil. Cómo tratamos de contestarla dice mucho más acerca de nosotros que sobre los confines de los otros planos. La respuesta de los canalizadores es que todas estas entidades son seres reales vagando por los planos astrales (sin duda alrededor de una fiesta eterna) hasta que vienen para reafirmar a un grupo de yuppies sobre males del corazón, segundas hipotecas y los índices de Dow-Jones. Un total escéptico dirá que es todo imaginario y por lo tanto no existen tales entidades. Un mago podría contestar en cambio que estas no tienen una existencia objetiva total, pero que tampoco son ficticias. Las personas todavía tienden a hablar de la imaginación como fuente de experiencia, pero menos real que todas las demás. Un ejemplo interesante para examinar los contactos puede encontrarse en la novela de William Gibson, Neuromante. Uno de los personajes principales es una inteligencia artificial que manipula un elenco de humanos para lograr sus propios fines. Para ello debe establecer una compenetración entre aquellos que desea manipular a través de construcciones de personalidades que se coloca como máscaras, creadas desde recuerdos de los humanos que desea contactar. Explica que necesita estas mascaras para establecer un punto de acceso, una interface entre su propia experiencia y los limites perceptuales del ser humano.

Esta lectura también me recordó mucho al contacto con entidades. Es una cita de La Doctrina Cósmica de Dion Fortune:

‘’Lo que somos no lo puedes entender y es una pérdida de tiempo intentar hacerlo, pero puedes imaginarnos (Cursiva mía) sobre el plano astral y nosotros podemos contactarte a través de tu imaginación, y a pesar de que tu imagen mental no es real o exacta, los resultados de ella son reales y exactos’’.

Dion Fortune hizo uso de los contactos de este tipo para sintetizar sus ideas mágicas. Alan Richardson, en su biografía de Dion Fortune, Priestless, pone en duda varias figuras históricas con las que Fortune decía estar en contacto. La entidad más interesante es “David Carsons”, que según Fortune, era un joven oficial británico muerto en la primera guerra mundial. Fortune ofreció una buena cantidad de información biográfica concerniente a Carsons, y tras una concienzuda investigación, Alan Richardson declaró que Carsons ¡Nunca existió! Más bien, parecía que él era en realidad, en términos de los ejemplos anteriores, una construcción; una personalidad generada desde los experimentos y experiencias de Dion Fortune, y por lo tanto una interfaz para acceder a información.

Si imaginas la suma total de tus recuerdos personales y conocimientos como una esfera en el espacio –lo desconocido- entonces para aumentar dicha esfera deberías abrir una especie de ventana desde la cual entraría lo ignoto en forma de datos sin procesar, pendiente de ser traducidos de forma que esa información tenga sentido para el marco de tu percepción. Las entidades de otros planos vendrían a ser la forma en que tendemos a conceptualizar esas ventanas hacia el caos. Aparecen como entidades independientes para que podamos dar sentido de los datos entrantes. Sus identidades normalmente concuerdan con el sistema de creencias del receptor. Por lo tanto, las múltiples formas de entidades, dependen de dónde crees que reside la fuente de sabiduría, ya sea Egipto, Sirio B, o algún monasterio en el Tíbet con corrientes heladas de aire. Al parecer, normalmente estas entidades son generadas por sistema según como uno enfoca su voluntad e imaginación en una dirección, pero en ocasiones esta entidades pueden crearse como un acto de voluntad a la manera de un “puesto de avanzada”. Estos pueden establecerse para que ideas personales y otros planos sean explorados y finalmente sean integrados dentro del propio psicocosmos. Esto acaba con el problema de la “realidad” o no de tales experiencias, ya que estas entidades no serían simplemente “personalidades secundarias” en el sentido patológico del término psicológico, sino construcciones que emergen debido a las propiedades de nuestra capacidad de procesamiento de información cuando entra en contacto con lo que yace más allá de sus límites de percepción.

¿Cómo se relaciona esto con las entidades superiores contactadas por los canalizadores New Age? Creo que depende del grado. La mayoría de los magos que he encontrado hacen uso de este tipo de contactos como parte de trascender los límites de la normalidad, encuentran uno y se empujan hacia él una y otra vez, discerniendo perspectivas nuevas de abismo a abismo. En cambio, los canalizadores New Age no parecen querer otra cosa más que el equivalente espiritual a un caramelo para contentar a un niño. Es como si en vez de canalizar información más allá del summun del conocimiento de la humanidad, lo estuvieran haciendo en el interior de él, con altas autoridades en programas de control de una cultura necesitada de un misticismo que concilia el materialismo y les dice dulcemente que todo está bien como perspectiva del mundo. Quitando la jerga terapéutica y el misticismo oriental diluido, la nueva conciencia New Age se muestra como otra estafa de siervos de los dioses. Una ruta de escape que no lleva a ningún lado porque no supone ni riesgo ni desafío al ego, sino algo atractivo para aquellos que necesitan seguir credos y gurús. Afrontémoslo, el mundo puede ser un lugar muy desalentador. Si un adepto parecido a Joan Collins te dijera que la ‘’vida’’ en el plano astral es una sesión continua de fiestas de lujo al estilo de las de la serie de TV Dinastía… ¿No te inscribirías en un curso de proyección astral?

 

Traducción de Chaos Artist, revisada y corregida por editor, F.O.. Ilustración de Zeljko Djurovric.


Fuentes

Antigua ZDC, Zona de Caos.com hoy extinta. Cap 9. De Caos Condensed (edición de 1994) Traducción por Chaos Artist, revisada y corregida por editor.  


Enviado por: Frater Organ

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